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Los juanetes se pueden dar por diferentes causas, sobrepeso el uso de zapatos o tacones estrechos donde el pie no quede cómodo, caminar inadecuadamente, e incluso pueden ser hereditarios; también se pueden dar por algún tipo de herida, una enfermedad congénita o un desorden neuromuscular. Los juanetes se producen cuando el tejido y/o el hueso de la articulación que tiene el dedo gordo del pie se desplaza produciendo así un agrandamiento, lo que resulta una inflamación que puede resultar muy dolorosa, por eso es muy importante tratar esto a tiempo en caso de que esté comenzando a darse, si ves que esta zona comienza a crecer, a hincharse o a sentir dolores es bueno que le pongas atención, también los puedes identificar si te salen ampollas, si te irritas o si el dedo gordo de tu pie comienza a tener una movilidad más limitada.

Prevención

  1. Evita usar un calzado incómodo o apretado, el pie debe tener una buena movilidad.
  2. Usar tacones o zapatos terminados en punta pueden provocar la aparición de juanetes, esto es porque sometes a tu dedo gordo del pie a que sufra de una presión.
  3. Adquiere un juanetero, es un utensilio que se pone en las noches y separa los dedos de los pies corrigiendo así su dirección.
  4. No olvides seguir al pie de la letra las recomendaciones que te dé un especialista, puedes decirle al mismo que te recomiende algún tipo de protector que sea blando y suave para ponerle a tu calzado.
  5. Consume calcio y vitamina D para que fortalezcas tus huesos, compleméntalo con vitamina C y A.
  6. Si te están apareciendo juanetes es muy importante acudir al especialista para que te recomiende una férula especial para esto, pues así podrías evitar someterte a una cirugía.
  7. Debes evitar la obesidad.

 

Cómo tratar los juanetes

Hay que mirar qué tan grave pueden ser los juanetes de la persona, pero hay cosas que se pueden hacer desde casa, que consisten principalmente en aliviar el dolor y la presión.

  1. Utiliza vendas para que acolches la zona y así reducirás el dolor y la presión.
  2. En un litro de agua hirviendo agrega 4 cucharadas de sal de Epsom o Sal marina, deja reposar por 16 minutos y luego sumerge tus pies allí por 20 minutos.
  3. Así como el calor funciona, el frío también, envuelve en un pañuelo hielo y aplícalo, no lo hagas directamente.